jueves, 16 de mayo de 2013

Primera experiencia sadomasoquista

Primero me gustaría ponerles en antecedentes diciendo que no soy una persona violenta, cuando aparece cualquier imagen de una reyerta en televisión, por mínima que sea me hace directamente que la apague o cambie de canal.

Después de deciros esto os voy a contar una cosa que me ocurrió con vientidos añitos, (si me hubiese pasado ahora, hubiese sido muy distinto).

Una mañana de un lunes suena mi teléfono y contesto:

- Dígame.
- Hola, ¿Eres Sonia?.
- Sí, digame.
- He visto tu anuncio y me gustaría que nos viesemos esta mañana, si puede ser ahora.
- Claro cariño, estoy libre, podemos quedar para pasarlo bien.
-Ya, pero... No he visto en tu anuncio los servicios que ofreces.
- Pues practicamente todo menos griego...
- Me gustaría un servicio especial, me gusta que me traten mal.
Lo primero que se me vino a la cabeza es que era un pirado y la verdad es que me dieron ganas de cortarle el teléfono, pero la verdad es que ese mes estaba un poco flojo y necesitaba dinero.
- Te refieres a Sado...
Experiencia Sado
- Si, a eso concretamente.
- Por supuesto, (no lo había practicado nunca, realmente no sabía lo que tenía que hacer), pero como ya os digo no había sido un buen mes y había que hacer lo que fuese. Así que convenimos el precio, le dí la dirección y a esperar con el temor de lo desconocido.

Una hora mas tarde, suena el timbre, abro la puerta y aparece un hombre de mediana edad, guapete, con alguna cana en la cabeza delante de mi.

- Hola guapo, dame dos besos, (y tres, y cuatro, y cinco...ese hombre desprendía un olor maravilloso).
- Hola Sonia, eres muy guapa. (Tu si que eres guapo, pensé yo para mi).
- Gracias, pasa al fondo a la habitación y vete desnudando. (que si no puedes tu, ya te desnudo yo).

Generalmente me gusta asear un poco a los clientes, ya que sobre todo la zona de los testículos es una zona que en verano, suda mucho, y cuando estas haciendo una mamada no es agradable estar oliéndolo. Pero este hombre olía a gloria. 
 Entré en la habitación y el estaba sentado en calzoncillos en la cama, yo empece a meterme en el papel:
- ¿Qué te pasa?. Te he dicho que te desnudes y tu te has quedado en calzoncillos. ¿No vas a hacer caso a tu ama?.
- Si por supuesto, perdona ama, dijo el con voz suave.
- Maldito esclavo, le dije yo mientras le pisaba los testículos contra el colchón de la cama.
La verdad es que conforme iba subiendo el tema y yo me asentaba en el papel, me estaba dando cierto morbillo la situación. 
- Arrodíllate y bésame los pies, le dije.
El se arrodilló como buen esclavo y comenzó a besarme los pies y fué subiendo con los besos hasta que llego a mi vagina, donde me hizo el mejor sexo oral que yo había tenido, tanto que tuve que recostarme en la cama, ya que me temblaban las piernas. Me puso tan cachonda que casi me corro en su cara, (y mira que a mi me cuesta tener orgasmos, reales...).

Después de un rato, dándome placer me dice:
- He sido muy malo y tengo aquí algo que me gustaría que utilizases conmigo. Se acercó a su abrigo y saco un arnés, algo que por aquel entonces yo no había utilizado nunca, (ahora casí a diario).

Entre lo cachonda que estaba y lo morboso de la situación, cogí el consolador y me lo até a la cintura y le dije:
- Date la vuelta maldito esclavo, que vas a pagar caro todo lo que has hecho.

El muy sumiso se dió la vuelta ofreciéndome su precioso culo abierto, delante mia. Le unté un poco de vaselina con los dedos e introduje directamente el pene de goma en el culo de mi sumiso.

- Te gusta, maldita puta. (que es lo que siempre me lo dicen a mi, así que aproveché).

Primera experiencia sado

Yo estaba disfrutando como una loca, estaba cachondísima, entre lo que me había hecho este hombre, y la extraña sensación pero placentera de estar follándomelo... Pero, noté que algo no iba bien, el se quitó rapidamente pero ya era tarde, SE HABÍA CAGADO ENCIMA. Increible pero cierto, que asco, se me bajó todo el calentón de golpe, y el salió corriendo y se metió en el wc y cerró la puerta.

Yo cogí las sabanas y directamente las tiré a la basura en una bolsa, y a los cinco minutos salió de baño con la cara roja como un tomate.
-Lo siento mucho, era mi primera vez y...
-No te preocupes, pero para la próxima podías avisar. 

Así que con las mismas, le dí la bolsa con las sabanas manchadas para que la tirase al contendor, abrí las ventanas y me despedí de él, jodida por el corte de rollo, y por la peste que se me había quedado en la habitación... 






miércoles, 15 de mayo de 2013

Ir de putas con 18 años

No recuerdo si yo tenía 28 ó 29 años cuando una tarde de verano me llaman al móvil:

- Si, dígame.
- Hola Buenas tardes, Sonia.
- Si.
- He visto su anuncio y quería quedar con usted, para mantener mi primera relación sexual.
- Lo primero, cariño, llámame de tu, lo segundo: ¿Cuántos años tienes?
- Tengo 18 años recien cumplidos, los cumplí ayer, y quiero tener mi primera experiencia sexual, ya que soy virgen.
- ¿Seguro que tendrás 18 años?. No me gustaría tener problemas.
- Si, puedo llevarme el carné de identidad.
- Ok, pues vente para mi casa que lo vas a pasar muy bien. Mi regalito son 60,00 €. ¿Los tienes?
- Por supuesto, ayer me dieron dinero por mi cumpleaños.

Le dí la dirección y me metí en la ducha a esperar a que llegase. 



Media hora después suena el timbre:
- ¿Sonia?.
- Si sube.

Abro la puerta y me encuentro un niño, practicamente, con huellas en la cara de haber abandonado los granos hacía poco tiempo.
- Hola, eres muy guapa.
- Muchas gracias, pasa cariño. (Le doy dos besos), pasa a la habitación del fondo, deja el dinero en la mesilla y ponte comodo.

El estaba muy nervioso, entre en la habitación y le ví sentado en la cama, le temblaba hasta las manos, y con una suave voz me dice:
- ¿Me desnudo yo, ó me desnudas tu?.

Esta pregunta hizo que de mi cara saliese una ligera sonrisa, no por nada, sino por que cuando suelo entrar en la habitación el cliente, ya está desnudo y metido en las sabanas.

Le dije: Quitaté la ropa y vente conmigo. 

Con la cara roja como un tomate se fué desnudando, hasta quedarse sin nada de ropa. Le cogí de la mano y lo lleve al cuarto de baño para lavarle un poco. 

- Mira, siéntate en el bidel que voy a lavarte un poco.

Le cogí el pene, el cual estaba bastante pequeño, (seguramente por los nervios), y le frote un poco con agua templada y jabón, al segundo y como un resorte aquello empezó a crecer hasta convertirse en un mastil, duro como el acero, solo con tocarlo. Y el chico, cada vez más colorado. 
Ir de putas con 18 años

Le seque y me lo lleve a la cama, donde le puse un preservativo bajando lentamente con las manos. Me quité el sujetador, y se me engancho a un pecho como si fuese el último que iba a chupar. Me quité las braguitas para mostrarle mi culo (que suele gustar mucho a mis clientes), y cuando me dispongo a introducir el pene en mi boca, veo que la punta del preservativo se había llenado de semen. No me lo podía creer: Sin tocarlo.

Realmente no sabía que decir, había sido el cliente más rápido en terminar, tenía el Record, incluso me sentí un poco apurada al ver que se quito el preservativo y se disponía a marcharse. Traté de darle algo de conversación por lo menos por si quería repetir (la verdad es que no estaba nada mal el chico). Pero se puso su ropa y se marchó, no sin darme las gracias, por la labor realizada.

Y allí me dejo el chaval, con un pedazo de calentón y 60,00€ más en el bolso.

martes, 14 de mayo de 2013

Mi historia

Este blog nace con la idea de contaros como es mi vida. Mi vida no es la típica vida de una mujer de mi edad (35 años), mi vida está marcada por mi profesión, que no es otra que la de prostituta.
Siempre me ha gustado el dinero, (imagino que como a casi todo el mundo), no es algo que no pueda reconocer, y el sexo.



Mi carrera profesional comenzo cuando solo tenía 19 años y después de estar con algunos hombres me di cuenta que si podía mantener relaciones sexuales con un chico de mi clase para que me hiciese un trabajo, también lo podía hacer para que me pagasen la luz, el agua, el alquiler.

 He de reconocer que, aunque suene a tópico, los comienzos no fueron fáciles, sobretodo cuando te toca un cliente con falta de higiene, o algún hombre no muy agradable físicamente. 

El escribir este blog se me ha ocurrido por una idea de deshaogo, es como contar mis mejores experiencias, mis peores experiencias, en fín una especie de diario con el que dejar constancia a todo el mundo que quiera leerlo, lo que en realidad sentimos y pensamos cuando tenemos un hombre encima nuestro tratando de satisfacer su cuerpo.

Otra de las cosas que quiero deciros es que las fotos que voy a poner aquí no son fotos mías, son fotos que he ido cogiendo de la red y que me parece que describen lo que voy a contar en cada artículo.

Tampoco quiero utilizar este blog como una forma de conseguir clientes, ya que a Dios gracias, no lo necesito, ya que a mis treinta y cinco años (y a pesar de la crisis en España), tengo mas clientes de los que puedo atender, que pagan mis gastos y me dan para mis pequeños caprichos.